domingo, 29 de junio de 2014

Si estás leyendo esto

(Consejo: leed este relato con la cuarta canción del reproductor :3)

Si estás leyendo esto, todavía tienes una oportunidad de sobrevivir. Supongo que ya habrás oído hablar la Búsqueda de la Perfección, ¿verdad? Perfección es la palabra usada para denominar algo que no existe.

Nos prometieron una nueva vida, nos prometieron libertad. No los creas; nos quitan la identidad y la humanidad, nos someten a múltiples experimentos hasta que llegamos al umbral del dolor con el fin de ver cuánto aguantamos. Buscar la perfección, dicen, pero está claro que la nuestra no es.

Entré en la Búsqueda por puro egoísmo, lo sé, y me arrepentiré todos los días de esta vida, que no sé si es el término adecuado, porque ya no me queda nada. Seguramente te estarás preguntando qué ha pasado con la libertad. Ellos dicen que, para sentirte libre, antes hay que sufrir, que pronto nos liberarán; y yo me pregunto: ¿a que se refieren realmente? Al principio imaginaba que algún día nos dejarían salir de este edificio y volveríamos a ver el mundo exterior, pero ahora ya no sé qué pensar, porque tal vez se refieren a que la muerte será nuestra libertad.

No intentes encontrarme, no intentes saber quién soy ni quién era. Simplemente ten en cuenta este consejo que, por desgracia, a mí nadie me dio.

Nos prometieron una nueva vida, nos prometieron libertad.

Ahora sé que ambas son inalcanzables.



-Esther

viernes, 27 de junio de 2014

Su modo de existir

Acostumbraba a mirar la ciudad por la ventana de la cafetería. Quizás ese fuera su modo de existir: junto los suspiros de noches que murieron con olor a café por la mañana.
A simple vista hubieras podido pensar que era fría y distante, como el mar en aquellos días de invierno. Nadie osaría adentrarse en él, en ella.
Aquel día era diferente. John no la encontró al doblar la esquina y mirar disimuladamente a través del cristal. Por primera vez desde hacia dos años, la mesa redonda demasiado pequeña para ocuparla dos personas, estaba vacía.
No puedo aseguraros lo que le llevó a coger el coche y circular treinta y tres kilómetros hacia la playa más cercana. Pero sí puedo afirmaros que, tal y como predijo, ella estaba allí: sentada sobre la arena blanca mientras la brisa ondeaba sus cabellos castaños al compás de las olas que producía el mar reflejado en sus ojos, quedando así atrapado en su mirada. John podría haber jurado que en aquellas esquinas se encontraba la magia, entre pupilas que la Luna envidiaba y pestañas con las que solo un aleteo era suficiente para generar los más temibles huracanes sobre la piel.
De repente, la chica de ojos marinos se volvió para mirarle y, antes de poder reaccionar, echó a correr hacia las aguas tibias de aquella playa mientras la risa se escapaba de sus labios.
A simple vista hubieras podido pensar que era fría y distante, como el mar en aquellos días de invierno. Nadie osaría adentrarse en él, en ella. 
Nadie, salvo si mismos.



-Sandra

jueves, 26 de junio de 2014

Mientras el olvido persista

Sus ojos, increíblemente oscuros, se pierden en el Horizonte, aquella valla alta que limita nuestra ciudad.
—¿Qué crees que hay al otro lado?— pregunto con la curiosidad que me caracteriza.
—La pregunta no es qué hay al otro lado, sino qué es lo que nos impide cruzar el Horizonte.—me corrige y, una vez más, consigue sorprenderme con su gran sabiduría.
—¿La paz que hay en nuestras tierras?— intento responder, nada segura.
—Créeme, si hubiera paz, ninguna de estas medidas sería necesaria.
—¿Y entonces?
—El miedo, la inseguridad y el olvido.
—El miedo, la inseguridad... lo entiendo, pero, ¿qué tiene que ver el olvido con todo esto?— demando yo. No entiendo lo que me intenta decir, y eso siempre me exaspera.
—Haces demasiadas preguntas.— me responde.
Agacho la cabeza y callo. No puedo contradecirlo, es mi maestro. Él me mira, se levanta y me deja sola. Siempre hace lo mismo para dejarme pensar, pero por muchas vueltas que doy, no consigo encontrar una respuesta coherente.
Al cabo de un tiempo, él vuelve a sentarse a mi lado.
—El olvido es la verdadera inseguridad y, muchas veces, el verdadero miedo. Hace mucho tiempo que esta el Horizonte, ¿no crees?
—¡Tienes razón! — exclamo al entenderlo. — El miedo y la inseguridad persisten porque ya nadie se acuerda de lo que hay al otro lado y, ¿para qué arriesgarse cuando se tiene todo?
— Exactamente. — asiente él.
—Quiero cruzar el Horizonte. — decido.
— ¿Por qué? ¿No tienes miedo, inseguridad? — esta vez es él quien se sorprende. — ¿No crees que ya lo tienes todo?
—Sí, tengo miedo e inseguridad, pero, mientras el olvido persista, no lo tendré todo. — explico.
Él me sonríe triunfante.

-Esther

martes, 24 de junio de 2014

¿Quiénes somos?

¡Hey, hey, hey! ¿Eres nuevo y te has preguntado quiénes son estas dos chicas (mentalmente desorientadas)? Bienvenido, este es un apartado hecho especialmente para ti.
—Hola ¿y tú quien eres?
+Yo, ya me conoces.
—Ya, pero los demás no ¬¬.
+...
—¿Empezamos otra vez, okay?
+Okay.
—Hola ¿y tú quien eres?
+Yo... Vale, vale, soy Sandra ¿y tú?
—Esther ¿Qué te cuentas?
+Uno, dos, tres, Tobias, cinco, Tris, siete, ocho, nueve, Fourtris...
—Oye, la gente se esta aburriendo.

En fin, como los diálogos no funcionan, procederemos con el método clásico de la auto descripción.

Como bien habréis podido leer, somos Esther y Sandra, las propietarias y creadoras de "Diario de mil y una vidas". Ya que este es un blog principalmente literario os explicaremos como surgió nuestro afán por la lectura.
En un lugar de España de cuyo nombre no queremos (o no podemos) acordarnos, Esther encontró su gran y preciado libro de Harry Potter, el cual obligó a Sandra a leer. Antes de este fenómeno único e inigualable, Esther ya era una iniciada en la lectura, mientras que Sandra se dedicaba en su gran mayoría a evitar las librerías. Pero después de adentrarnos en ese fantástico mundo,  fue cuando las bibliotecas empezaron a escasear de libros (Somos Matildas). Muchos libros han llegado a nuestras manos desde entonces, como, por ejemplo: Delirum, Bajo la misma estrella, Cazadores de Sombras, Los juegos del hambre, Divergente, Nacida a medianoche... entre otros. Como podéis observar, nos gustan las novelas juveniles con una trama realista, fantástica, humorística, romántica...vamos, prácticamente de todo.
 Se nos ha ocurrido la idea de compartir nuestras diversas opiniones con vosotros, por lo cual, hemos decidido crear este blog, en el que publicaremos algunas reseñas y, mayoritariamente, pequeñas historias escritas por nosotras. También aceptamos peticiones.
Aquí acaba nuestra pequeña descripción (sí, en serio, pequeña).  Si tenéis alguna duda, podéis dejarla en los comentarios, o bien, contactar con nosotras por el correo: diario1000y1vidas@gmail.com (no es un link, tenéis que copiarlo).
Y nos despedimos ya. ¡Hasta la próxima entrada! :3